Hola a todos de nuevo. Sigo viva aunque a veces no lo parezca por lo poco que os escribo pero es que mi vida no es un pozo sin fondo de excitación. Es más bien pura rutina y será que estoy más acostumbrada al ambiente que me rodea y ya no me asusto casi de nada. Y digo casi porque, para qué engañarnos, los alemanes son muy raros.
Hoy me centraré en el género femenino. Allá voy.
Resulta que yo nunca, o casi nunca, me seco el pelo con secador. Antes de echarme la bronca por ello dejadme que os cuente unas cositas porque el tema tiene su aquel.
Años ha andaba yo por La Habana cuando me topé con una señora muy simpática, o eso creía yo por la sonrisa que tenía pegada a la cara. Según se acercaba la buena señora yo pensaba que o me iba a pedir la hora o quería preguntarme, como otros muchos, si era gallega y si quería casarme con su hijo. Pues bien, ni una cosa ni la otra. Allí estaba yo disfrutando de todo aquel cubanismo concentrado y la dama sólo se me acercó para regañarme por llevar el pelo mojado. Sí, sí. Porque llevar el pelo mojado por la calle queda muy feo a no ser que una acabe de salir del agua o esté tomando el sol en la piscina.
Pero aquella cubana no fue la última en regañarme.
Años más tarde poco menos que me obligaron a comprar un secador en Inglaterra porque agobiaba al personal con tanta humedad en la cabeza. Por lo visto los ingleses tienen bastante con el clima como para que llegue una giri con el pelo húmedo y así sin mucho peinar. No point. Por supuesto que utilizaba el secador en contadísimas ocasiones pero maldita la gracia que me hacía; así que el secador fue lo primerito que decidí no meter en la maleta en el viaje de vuelta.
En España, los que me conocen pues no me dicen nada aunque levanto ampollas porque además me ato el pelo estando aún mojado y ¡me deja marcas cuando se seca! Yo pensaba que era mi problema pero no. No sé las veces que me han dado la charla con el asunto cuando a mí me parece de lo más cómodo. Pero en fin.
Alemania es, sin embargo, el país que se lleva la palma. Las alemanas adoran su secador de pelo. Les faltará para comer pero para el secador, jamás. Entiendo perfectamente que a -20ºC en invierno no es una buena idea salir con el pelo mojado por ahí porque además de congelarse el pelo (lo sé por experiencia) parece que las ideas dejan también de fluir y ese es un riesgo que no me puedo permitir. Acepto, por tanto, salir a la calle en invierno con el pelo seco, pero ¿porqué tengo que secarme el pelo con secador cuando estoy en casa y tenemos la calefacción a todo trapo? Pues no, os juro que por no oír a las féminas termino por usar el secador ¡qué pesadas!
Lo peor es cuando en verano a más de 30ºC me ¡miran mal por llevar el pelo mojado! Así que después de indagar me he enterado que por ahí corre el rumor de que si no te secas el pelo bajo un chorro de aire caliente superdesagradable corres el riesgo de pillar la gripe ESPAÑOLA, nada menos. Vaya cosas de las que se entera una.